
TDAH (ADHD) y el Triángulo Interior
“El
rasgo esencial del trastorno de déficit de atención con hiperactividad
(ADHD, por sus siglas en inglés) es un patrón persistente de problemas
de atención y/o hiperactividad-impulsividad el cual se manifiesta de
manera más frecuente y severa de lo que se observa típicamente en
individuos a un nivel de desarrollo comparable.
”La
prevalencia del TDAH es 3-7% de los niños de edad escolar. Como el
trastorno de personalidad antisocial y algunas formas de alcoholismo, el
TDAH es más común en niños que en niñas."
En
contraste con el trastorno de personalidad antisocial y las adicciones,
el ADHD se asocia con deficiencias en sólo un lado del Triángulo
Interior. Los niños y los adultos con ADHD y ningún otro trastorno como el trastorno de conducta (CD, por sus siglas en inglés) o el trastorno de oposición y desafíante (ODD,
por sus siglas en inglés) tienen intacta la capacidad para amar y
pueden tener desarrollada la capacidad de razonamiento moral. Son las deficiencias en el control de impulsos lo que define y causa este trastorno.
La
capacidad de sostener la atención está directamente relacionada al
control de impulsos. El cerebro produce muchas ideas diferentes sobre
qué hacer, pensar y sentir. La conducta apropiada requiere filtrar
estas ideas y trabajar para permanecer atentos a la tarea a la mano.
Este filtro y la habilidad de permanecer concentrado en dada tarea
fallan en el TDAH.
Los niños con TDAH están a riesgo de desarrollar adicciones, conducta antisocial y trastorno de personalidad antisocial.
La
razón de este riesgo es que la deficiencia en el control de impulsos
interfiere con el desarrollo de la capacidad de amar (empatía) y el
razonamiento moral.
Ya
que los niños con TDAH están a alto riesgo, los padres de familia deben
limitar su exposición a los medios de comunicación con contenido
gráfico de violencia y sexualidad.
Un
altísimo porcentaje (40-60%) de los niños con ADHD tienen otros
trastornos, tales como el trastorno de oposición y desafíante (ODD) y el trastorno de conducta (CD). La presencia de estos otros trastornos indica un problema en el desarrollo de la capacidad de amar y el razonamiento moral.
Los niños con TDAH y CD o ODD están a muy alto riesgo de desarrollar personalidad antisocial y/o adicciones cuando sean adolescentes y adultos jóvenes.
Existen dos razones por las que las deficiencias en el control de impulsos interfieren con el desarrollo de la empatía. Dado que es difícil convivir con niños impulsivos, aún los padres excelentes tienen dificultades disfrutando y amándolos.
Para desarrollar empatía, el niño necesita disfrutar diariamente de trato cálido y afectuoso. El
segundo problema se encuentra en el niño. Ya que los niños impulsivos
se aturden fácilmente por las emociones, tienden a desarrollar la
costumbre de ignorar las señales emocionales.
De Criando Los niños a Riesgo