Instituto
de Efectividad Clínica y Sanitaria (www.iecs.org.ar). Terapia de Juego
en el Piso para el Autismo. Documentos de Evaluación de Tecnologías
Sanitarias, Informe Técnico Breve Nro 31. Buenos Aires, Argentina.
Resumen (for English Abstract see below):
Contexto clínico
El autismo es la enfermedad más común dentro del grupo de trastornos del
desarrollo conocido como trastornos del espectro autista. Existen tres
comportamientos distintivos que caracterizan el autismo: dificultad para
interactuar socialmente, problemas de comunicación verbal y no verbal y
comportamientos reiterativos o intereses limitados u obsesivos. Se
estima que tres a seis de cada mil niños padecerán de autismo, siendo
cuatro veces más probable en los varones que en las mujeres. La causa
del autismo es aún desconocida, pero es probable que tanto la genética
como el entorno jueguen un papel.
No existe tratamiento curativo. Se utilizan antidepresivos para
controlar síntomas de ansiedad, depresión o trastornos
obsesivo-compulsivos, o antipsicóticos para tratar problemas
conductuales graves. Por otra parte las terapias e intervenciones
conductuales están diseñadas teniendo como blanco los principales
síntomas del autismo, y consisten en sesiones de entrenamiento intenso
para el desarrollo de destrezas sociales y de lenguaje.
La tecnología
La terapia de juego en el piso (en inglés Floor Time) es una forma de
“terapia de juego” desarrollada para proporcionar oportunidades para que
el niño alcance los logros de desarrollo necesarios en cuanto a la
interacción social. Está basada en la idea de conocer al niño
directamente en su ambiente de juego. Consiste en sesiones de juegos
espontáneos entre el niño y el encargado, donde éste sigue la guía del
niño para animarlo a que se comprometa en una interacción de doble vía
durante el juego. Las sesiones son llevadas a cabo por un terapista en
el domicilio, con una duración aproximada de 20 a 30 minutos.
Objetivo
Evaluar la evidencia disponible sobre la utilidad de la Terapia de Juego en el Piso para el Autismo
Métodos
Se realizó una búsqueda bibliográfica en: bases de datos electrónicas
(MEDLINE, LILACS, EMBASE, Colaboración Cochrane, Trip Database, CRD de
York), bases de datos relacionadas con educación y psicología (ERIC,
PsycINFO), agencias de evaluación de tecnologías sanitarias,
financiadores de salud y buscadores genéricos de Internet. También se
realizó una búsqueda exhaustiva en las referencias de los artículos
encontrados.
Resultados principales
El nivel de evidencia es bajo: de las 7 publicaciones localizadas solo
una reportó un estudio comparativo; el resto fueron 3 revisiones
narrativas y 3 reportes de casos.
Shade-Monuteaux y col. publicaron una comunicación acerca de un estudio
para evaluar la efectividad de una estrategia integrada por análisis de
comportamiento aplicado asociada a terapia de juego en el piso en niños
con patologías del espectro autista. Incluyeron 45 niños en el grupo
tratamiento y 45 en el grupo control. A los 3 meses se observó una
mejoría significativa en la escala de comunicación social temprana (del
inglés ESCS) y en el cuestionario ESCS-Q (p<0,05).
Se localizaron 3 reportes de casos y 2 revisiones narrativas que
informaron algún grado de mejoría en la interacción social con la
terapia de juego en el piso. Sin embargo, ninguno de esos reportes
cuantificó en forma objetiva esta mejoría.
Una guía de práctica clínica de la Sociedad Canadiense de Pediatría
considera que si bien no hay estudios de buena calidad acerca de
programas de educación para niños con autismo, y por lo tanto, ningún
tratamiento puede considerarse como estándar de oro, parece razonable
tener un mínimo de 15 horas semanales de entrenamiento estructurado e
individualizado, entre las que podría considerarse como opción a la
terapia de juego en el piso.
Conclusiones
Generalmente, la calidad de los estudios relacionados con programas de
tratamiento educacional para niños con autismo son deficientes
metodológicamente y la terapia de juego en el piso no constituye una
excepción. Sin embargo pareciera haber algún grado de beneficio con
estas intervenciones.
No existe evidencia suficiente, con tiempos de seguimiento adecuados,
que avale el uso de la terapia de juego en el piso en forma rutinaria.
Sin embargo esta podría tener un lugar en niños con autismo que
presenten trastornos de interacción social, en forma integrada con
alguna estrategia que permita mediciones objetivas de la existencia de
progreso en las habilidades adquiridas, como podría ser la estrategia de
análisis de comportamiento aplicado.