TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO (TOC)
Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC). Síntomas. Criterios Diagnósticos según las Clasificaciones Internacionales De Clinica de la Ansiedad.com
Para efectuar el diagnóstico de Trastorno Obsesivo-Compulsivo, los especialistas se basan en los criterios diagnósticos del DSM-IV o del CIE-10, dos clasificaciones de las enfermedades consensuadas por especialistas de diferentes nacionalidades y reconocido prestigio.
Recuerde, no obstante, que usted no puede, ni debe,
auto-diagnosticarse. Sólo un profesional de la salud experto está en
condiciones de hacerlo con rigor y fiabilidad. Cuando una persona
está preocupada por su salud o normalidad suele identificarse con
sintomás o enfermedades que no tiene, o confundirlos con otras posibles.
CRITERIOS DEL DSM-IV PARA EL DIAGNÓSTICO DEL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO. Fuente AMERICAN PSYCHIATRIC ASSOCIATION
A. Se cumple para las obsesiones y las compulsiones:
Las obsesiones se definen por 1, 2, 3 y 4:
1. pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que se
experimentan en algún momento del trastorno como intrusos e
inapropiados, y causan ansiedad o malestar significativos
2. los pensamientos, impulsos o imágenes no se reducen a simples preocupaciones excesivas sobre problemas de la vida real
3. la persona intenta ignorar o suprimir estos pensamientos, impulsos o
imágenes, o bien intenta neutralizarlos mediante otros pensamientos o
actos
4. la persona reconoce que estos pensamientos, impulsos o imágenes
obsesivos son el producto de su mente (y no vienen impuestos como en la
inserción del pensamiento)
Las compulsiones se definen por 1 y 2:
1. comportamientos (p. ej., lavado de manos, puesta en orden de objetos,
comprobaciones) o actos mentales (p. ej., rezar, contar o repetir
palabras en silencio) de carácter repetitivo, que el individuo se ve
obligado a realizar en respuesta a una obsesión o con arreglo a ciertas
reglas que debe seguir estrictamente
2. el objetivo de estos comportamientos u operaciones mentales es la
prevención o reducción del malestar o la prevención de algún
acontecimiento o situación negativos; sin embargo, estos comportamientos
u operaciones mentales o bien no están conectados de forma realista con
aquello que pretenden neutralizar o prevenir o bien resultan claramente
excesivos
B. En algún momento del curso del trastorno la persona ha reconocido que
estas obsesiones o compulsiones resultan excesivas o irracionales.
Nota: Este punto no es aplicable en los niños.
C. Las obsesiones o compulsiones provocan un malestar clínico
significativo, representan una pérdida de tiempo (suponen más de 1 hora
al día) o interfieren marcadamente con la rutina diaria del individuo,
sus relaciones laborales (o académicas) o su vida social.
D. Si hay otro trastorno, el contenido de las obsesiones o compulsiones
no se limita a él (p. ej., preocupaciones por la comida en un trastorno
alimentario, arranque de cabellos en la tricotilomanía, inquietud por la
propia apariencia en el trastorno dismórfico corporal, preocupación por
las drogas en un trastorno por consumo de sustancias, preocupación por
estar padeciendo una grave enfermedad en la hipocondría, preocupación
por las necesidades o fantasías sexuales en una parafilia o sentimientos
repetitivos de culpabilidad en el trastorno depresivo mayor).
E. El trastorno no se debe a los efectos fisiológicos directos de una
sustancia (p. ej., drogas, fármacos) o de una enfermedad médica.
Especificar si:
Con poca conciencia de enfermedad: si, durante la mayor parte del tiempo
del episodio actual, el individuo no reconoce que las obsesiones o
compulsiones son excesivas o irracionales.
CRITERIOS CIE-10 PARA EL DIAGNÓSTICO DE TRASTORNO OBSESIVO- COMPULSIVO. Fuente: ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD
La característica esencial de este trastorno es la presencia de
pensamientos obsesivos o actos compulsivos recurrentes. Los pensamientos
obsesivos son ideas, imágenes o impulsos mentales que irrumpen una y
otra vez en la actividad mental del individuo, de una forma
estereotipada. Suelen ser siempre desagradables (por su contenido
violento u obsceno, o simplemente porque son percibidos como carentes de
sentido) y el que los padece suele intentar, por lo general sin éxito,
resistirse a ellos. Son, sin embargo, percibidos como pensamientos
propios, a pesar de que son involuntarios y a menudo repulsivos. Los
actos o rituales compulsivos son formas de conducta estereotipadas que
se repiten una y otra vez. No son por sí mismos placenteros, ni dan
lugar a actividades útiles por sí mismas. Para el enfermo tienen la
función de prevenir que tenga lugar algún hecho objetivamente
improbable. Suele tratarse de rituales para conjurar el que uno mismo
reciba daño de alguien o se lo pueda producir a otros. A menudo, aunque
no siempre, este comportamiento es reconocido por el enfermo como
carente de sentido o de eficacia, y hace reiterados intentos para
resistirse a él. En casos de larga evolución, la resistencia puede haber
quedado reducida a un nivel mínimo. Casi siempre está presente un
cierto grado de ansiedad. Existe una íntima relación entre los síntomas
obsesivos, en especial pensamientos obsesivos, y la depresión. Los
enfermos con trastornos obsesivo-compulsivos tienen a menudo síntomas
depresivos y en enfermos que sufren un trastorno depresivo recurrente
(F33.-) a menudo se presentan pensamientos obsesivos durante sus
episodios de depresión. En ambas situaciones el incremento o la
disminución en la gravedad de los síntomas depresivos se acompaña por lo
general por cambios paralelos en la gravedad de los síntomas obsesivos.
El trastorno obsesivo-compulsivo es tan frecuente en varones como en
mujeres y la personalidad básica suele tener rasgos anancásticos
destacados. El comienzo se sitúa habitualmente en la infancia o al
principio de la vida adulta. El curso es variable y, en ausencia de
síntomas depresivos significativos, tiende más a la evolución crónica.
Pautas para el diagnóstico
Para un diagnóstico definitivo deben estar presentes y ser una fuente
importante de angustia o de incapacidad durante la mayoría de los días
al menos durante dos semanas sucesivas, síntomas obsesivos, actos
compulsivos o ambos.
Los síntomas obsesivos deben tener las características siguientes:
a) Son reconocidos como pensamientos o impulsos propios.
b) Se presenta una resistencia ineficaz a por lo menos uno de los
pensamientos o actos, aunque estén presentes otros a los que el enfermo
ya no se resista.
c) La idea o la realización del acto no deben ser en sí mismas
placenteras (el simple alivio de la tensión o ansiedad no debe
considerarse placentero en este sentido).
d) Los pensamientos, imágenes o impulsos deben ser reiterados y molestos.
Incluye:
Neurosis obsesivo-compulsiva.
Neurosis obsesiva.
Neurosis anancástica.
Con predominio de pensamientos o rumiaciones obsesivos:
Pueden tomar la forma de ideas, imágenes mentales o impulsos a actuar.
Su contenido es muy variable, pero se acompañan casi siempre de malestar
subjetivo. Por ejemplo, a una mujer le puede atormentar el temor de no
poder resistir en algún momento el impulso de matar al hijo querido, o
por la cualidad obscena o blasfema y ajena a sí mismo de una imagen
mental recurrente. A veces las ideas son simplemente banales en torno a
una interminable y casi filosófica consideración de alternativas
imponderables. Esta consideración indecisa de alternativas es un
elemento importante en muchas otras rumiaciones obsesivas y a menudo se
acompaña de una incapacidad para tomar las decisiones, aún las más
triviales, pero necesarias en la vida cotidiana.
La relación entre rumiaciones obsesivas y depresión es particularmente
íntima y se elegirá el diagnóstico de trastorno obsesivo-compulsivo sólo
cuando las rumiaciones aparecen o persisten en ausencia de un trastorno
depresivo.
Con predominio de actos compulsivos (rituales obsesivos):
La mayoría de los actos compulsivos se relacionan con la limpieza (en
particular el lavado de las manos), con comprobaciones repetidas para
asegurarse de que se ha evitado una situación potencialmente peligrosa, o
con la pulcritud y el orden. En la conducta manifiesta subyace por lo
general un miedo a ser objeto o motivo de un peligro y el ritual es un
intento ineficaz o simbólico de conjurar ese peligro. Los rituales
compulsivos pueden ocupar muchas horas de cada día y suelen acompañarse a
veces de una marcada incapacidad de decisión y de un enlentecimiento.
En conjunto, son tan frecuentes en un sexo como en el otro, pero el
lavado de manos ritual es más frecuente en las mujeres y el
enlentecimiento sin repeticiones es más común en los varones.
Los rituales están menos íntimamente relacionados con la depresión que
los pensamientos obsesivos y responden con mayor facilidad a las
terapéuticas de modificación del comportamiento.
Con mezcla de pensamientos y actos obsesivos:
La mayoría de los enfermos con un trastorno obsesivo-compulsivo
presentan tanto pensamientos obsesivos como compulsiones. Esta
subcategoría debe ser usada cuando ambos son igualmente intensos, como
es frecuente, aunque es útil especificar sólo uno cuando destaca con
claridad ya que pensamientos y actos pueden responder a tratamientos
diferentes.
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.Sobre mí |
Adolfo Orma
Mi profesion es Psicologo social y Tecnico en adicciones y VIH/SIDA, trabajo hace años en instituciones publicas como el Hospital Psicoasistencial J.T.Borda y en instituciones privadas como terapeuta grupal con pacientes psicoticos, adictos y discapacitados mentales. Coordino grupos de Psicologia SociAL. Soy docente de Arteterapia.
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