¿CUÁL ES LA CAUSA DE ESTE TRASTORNO?
Existen factores biológicos y
genéticos. Entre los no genéticos podemos hablar de complicaciones
prenatales, perinatales y postnatales.
Se sabe que predispone a
padecer el trastorno el consumo materno de alcohol y drogas, incluso de
tabaco... también influye el bajo peso al nacer, la anoxia, lesiones
cerebrales, etc... Los factores ambientales pueden contribuir a su
desarrollo aunque no hablaríamos en este caso de etiología pura. Las
psicopatologías paternas, el bajo nivel económico, la marginalidad, el
estrés familiar, en fin, un entorno inestable podría agravar el
trastorno.
Por otra parte desde el punto de vista genético, todos los
estudios inciden en que la existencia del mismo trastorno en hermanos
es de un 17 a un 41%. En cuanto a gemelos univitelinos el porcentaje de
trastorno común es hasta del 80%. Si el padre o la madre ha padecido el
síndrome sus hijos tienen un riesgo del 44% de heredarlo.
Parece que
existe una disfunción del lóbulo frontal y por otra parte desde el punto
de vista neuroquímico existe una deficiencia en la producción de
importantes neurotransmisores cerebrales. Los neurotransmisores son
sustancias químicas que producen las neuronas, es decir las células
nerviosas. Para que se produzca una buena comunicación entre las
neuronas y todo funcione normalmente debe existir la cantidad adecuada
de determinados neurotransmisores que en este caso son la dopamina y la
noradrenalina. En el niño con TDAH existe una producción irregular en
estos dos neurotransmisores y, por ello, la medicación que se les da y
de la que hablaremos más adelante, está orientada a regularizar la
producción de esas sustancias...
Con los adelantos científicos
actuales es posible visualizar el funcionamiento del cerebro como vemos
en esta imagen realizada por PET ( tomografía por emisión de positrones)
en la que se ven dos cerebros.
Fig. 2. Tomografía por emisión de positrones (PET)
Uno
es el de un niño sin el trastorno y el otro es un niño aquejado de
TDAH. La parte roja, anaranjada y blanca del cerebro del niño sin el
trastorno nos indica que existe mucha más actividad ante una tarea que
requiere atención continuada... Falla por tanto la actividad que es
necesaria para focalizar la atenció .
Es por esto básico, y dada la
importancia de este trastorno, que sepamos distinguir perfectamente un
niño inquieto, de un niño con trastorno por déficit de atención con o
sin hiperactividad, para poder abordar lo antes posible el tratamiento
adecuado.
Aquí está el link, por si les interesa el tema y desean seguir leyendo
http://www.psicologoinfantil.com/articulohiperactivo.htm