Los
humores tienen que ver con las temperaturas. Las civilizaciones más
tecnológicas corresponde a las de países donde hace frío. Los países que
están en zonas más cálidas son más tranquilos y menos tecnológicos. No
hace falta mucha tecnología porque hay cocos, se usa poca ropa. Los
inviernos hacen que el humano siempre tenga que estar trabajando para
sobrevivir. Conseguir la comida es un lío por la nieve, también cuesta
más buscar y tener la guarida en invierno. La Escuela ... ¿es una
guarida?. Si, una guarida psicológica. La Escuela es una comunidad,
hacemos fiestas, esto del teatro permite que se conozcan alumnos de
distintos años. A veces hacemos tareas que son poéticas, estéticas,
artísticas. Es una comunidad pedagógica que es distinto a comunidad
terapéutica. El estar juntos y tener una tarea de enriquecimiento, de
abrir la cabeza, de poder ver el mundo psicológico más organizado, el
hecho de entenderse a sí mismo produce gratificación. A veces nos
angustiarnos un poco, pero la idea es que los cuatro años de la Carrera
son un proceso donde uno cada uno aprende a conectarse con el otro, a
comprometerse, a tener una imagen grupal. ¿Para qué sirve el grupo?.
Para singularizarse. Tuvimos una clase donde hablé de que uno es
distinto cuando se confronta con lo contrario. Si el grupo es muy
pequeño, menos se qué singularidad tengo. Si quedo solo del todo no sé
quién soy. Cuando se da la confrontación que también puede ser amorosa,
ese intercambio es lo que genera el presente. El presente es cuando el
otro me exige, que yo le conteste y esté atento.
Si el otro no
está, yo ensueño, me voy a mi recuerdos, a mis esperanzas, a mis miedos y
quedo solo, conmigo, en mi mente. En cambio, cuando el otro está, dice
algo, yo le contesto y me saca de mí, me hace existente y genera la
realidad. La realidad, es esto, sucede cuando el otro está. Si no está,
no sucede. Es muy importante internalizar esto. Toda patología, tiene
que ver con no comunicarse, por lo tanto, empezamos a quedar aislados y
atrapados por ese mundo de ensoñación. En un momento puede ser agradable
pero inmediatamente se produce esa sensación de inexistencia. Es lo que
le sucede al chico que va a la droga, te dice: "Yo sentía que el mundo
se había parado, que no tenía sentido mi vida”. La droga le permite la
estimulación para sentir que existe.
El grupo empieza con tres.
Uno no es un grupo. Dos tampoco porque es una díada, cada uno es lo
contrario del otro. No saben a qué están jugando entre dos porque están
metidos en el juego y no lo pueden contemplar. Se están agrediendo y
cada uno no sabe quién empezó, por los reflejos. Eso se aclara cuando
hay un tercero, esencial para la constitución de un grupo. El tercero es
el que dice: "Vos empezaste y te enganchaste". El tercero, es el que
aclara qué está pasando entre dos, es esencial. Genera la dinámica de la
posibilidad de ser excluido. Cuando son dos, uno no puede excluir al
otro porque los dos están en el juego. Si hay un tercero, uno se incluye
con él y deja al otro afuera. Es la primera experiencia que tenemos de
exclusión. Tres sería un grupo pero un grupo conflictivo. Siempre que
dos se vinculan, el otro queda afuera. Cuatro, en cualquier momento deja
de ser un grupo con un tercero, en cuanto dos entran en telé positiva,
se vinculan, los otros dos, para no quedar excluidos se unen. Quedan dos
díadas. Con cinco empieza el grupo. El quinto rompe las díadas. Se
arman tres acá, dos allá y se establece la dinámica. El cinco es un
número cabalístico para los griegos pero es un grupo endeble. Prefiero
para trabajar, grupos de alrededor doce personas. Es muy plástico, los
discípulos eran doce. Es el grupo operativo perfecto. Pueden ser hasta
quince. Veinte es el límite, porque ya hace difícil que cada uno
introyecte al otro como sujeto interno. El grupo funciona si cada uno
tiene internalizado a los otros. Cada uno de los doce tiene adentro a
los otros once. El grupo es muy extraño, es como un juego imaginario de
doce subjetividades que se organiza armando una objetividad, el juego
del grupo. En la Escuela los grupos tienen ese número de participantes.
El grupo se configura en base a una tarea. Si no tiene tarea, el grupo
inventa una. Esa tarea puede ser hacerse mierda, insultarse. Se hace un
vínculo paranoico. Cuando la canasta está vacía, se pelean por la
canasta vacía. Curiosamente, cuando el grupo no tiene una tarea, se pone
conflictivo. Es peligroso que en la Escuela no se trabaje con la clase
teórica, porque entonces se empieza encontrar material en las
transferencias psicológicas que son de terror. Aparecen las
transferencias, contratransferencias y la telé. Tampoco expliqué la
diferencia entre grupo operativo y grupo terapéutico. Un grupo de tres
es muy dinámico, son muy fuertes las proyecciones, hay asesinatos.
Especialmente en una pareja, el tercero produce el recuerdo de una
angustiante exclusión infantil, cuando la simbiosis con la madre es rota
por el padre cuando recobra a su mujer. El hijo o hija quedan
excluidos.
La madre y el bebé, tienen una relación simbiótica
absoluta, tanto que uno estuvo en el cuerpo del otro. El amamantamiento
favorece ese vínculo. Da un placer enorme y merecía ser eterno pero hay
un momento en que la pareja recobra su figura. La pareja como amor,
identificación, aparece el tercero que la rompe, fue destruida por la
presencia del bebé. Después la pareja se tiene que reconstruir, por
eso aparece la primera experiencia de exclusión. Por eso, en una pareja
de hombre y mujer, cuando aparece un tercero y hay una situación de
ligazón, en cualquiera de los dos, aparece la experiencia primitiva de
la dolorosa primera exclusión. Eso remueve cosas muy fuertes según haya
sido la resolución de la exclusión infantil. Si fue traumática va ser
muy celosa la persona. Hay parejas que no terminan esto. Está la pareja,
aparece el bebé, queda la madre con el bebé. Cuando se hace niño y en
un momento dado, cuando hay cierta autonomía alimentaria, especialmente,
ya no toma la teta, no está en esa necesidad simbiótica de los primeros
momentos, se reconstruye la pareja y el bebé queda fuera. El tema de la
exclusión es doloroso. A veces el bebé queda incluido y empiezan a ser
tres. Esa es la persona más promiscua. Admite una situación triangular,
se incluye. No tiene la experiencia de ser excluido. Les pasa a los
chicos mimados, quedan adentro. Con esto quiero decir que cuando
nosotros hacemos un proceso grupal, se van a revivir estas situaciones
infantiles. Especialmente cuando ustedes no han tenido una experiencia
previa de incorporaciones a grupos aparecen todos los elementos
familiares. Por ejemplo, antes se decía que el bebé era el rey o la
reina del hogar, cuando llega el hermanito, es destronado. Aparecen los
celos entre hermanos. En el grupo se van a revivir todas esas escenas:
la exclusión, la necesidad de ser el centro y también las experiencias
de no incluirse o pasar inadvertido, como le pasa al participante
silencioso. Está también el alumno que habla mucho, se expone, surgen
todas esas experiencias. Eso no quiere decir que le tenemos que dar
manija a eso. Si no, más bien tenerlo en cuenta. Si le damos manija a
eso, se llama grupo terapéutico, que lo que hace es revivir
dolorosamente las experiencias de inclusión o no, de celos, de
sustitución de hermanos, de conflictos infantiles entre hermanos, para
poder sacar lo que es patológico. Acá no, con esto quiero decir que los
grupos de la Escuela, son grupos al servicio de lo pedagógico. Quiere
decir, que idealmente no tendrían que aparecer los sentimientos más
primitivos. Pero la naturaleza de lo que se aprende, hace traicionar
esto. Fui profesor de Matemática en la Facultad. Suponete que se diera
una clase sobre la ecuación de la elipse. No hay conflicto después, para
nada, ninguno es una elipse ¿alguno es una ecuación en coordenadas
cartesianas?. No. Se da una clase sobre motores Diesel, se habla de la
compresión. Aquí no hay identificación porque no pasa por Uds. Pero si
el tema es un ser humano en conflicto y cómo ayudarlo, ahí es donde se
arma el lío en ustedes. Al querer trabajar la clase teórica aparecen
resonancias de grupo terapéutico. Ahí es peligroso. Es muy difícil ser
coordinador en esta Escuela. Hay que trabajar con las resonancias que
produce para que se incorpore. Supongamos que hablo de la depresión.
Hago una descripción vívida de las facies estuporosas, ninguno va a
estar en melancolías profundas, pero explico la sensación de
paralización del tiempo o explico la esquizofrenia, digo que uno no se
siente como integrado, que hay partes que luchan entre sí y que hay un
momento en que la realidad, le parece extraña. De pronto, les pega en
algún recuerdo. Hay momento en que hay que trabajar con la resonancia
emocional.
Si no se resuena, no se aprende qué es la
esquizofrenia, la depresión, la histeria, la psicopatía. Hay resonancias
emocionales, habría que ver hasta qué punto es conveniente que uno se
acuerde de su angustia de ser excluido, de sentirse fragmentado o de
haber perdido un sujeto, una relación y tener la figura fantasma. El
tema de la depresión, es alguien que no se puede despedir de alguien o
de algo que perdió. Es el tema de la despedida. ¿Hasta qué punto eso les
sirve para entender el concepto y hasta qué punto, eso impide trabajar
el concepto?. No es fácil de hacer y se arman los líos en los grupos.
Para que no se arme lío, los grupos tienen dos reglas, se los explico de
una forma absolutamente tonta y escolar, así enseñaba Pichón. Con
objetos absolutamente cotidianos, uno, es la porción de pizza y el otro,
el arbolito. Para cualquier coordinador, esas dos cosas son como la
Biblia Sagrada, son representaciones tontas, pero son esenciales y todo
el encuadre depende si se respeta o no eso. El coordinador, tiene que
decir: "¿Juran ustedes, respetar la porción de pizza y el arbolito?".
Ahora van a ver, que eso es lo que permite el aprendizaje. Sin esas dos
cosas, se hace imposible. El problema de los grupos es hacer que se
dialogue. El diálogo tiene dos momentos, uno para escuchar, uno para
hablar. Sin eso no hay diálogo. No estamos acostumbrados, en un grupo de
diez, hay dos que tienen la costumbre de hablar. Hay dos o tres que
sólo escuchan, entonces se desequilibra el diálogo. Supongamos un caso
extremo: un alumno se la pasa hablando todo el tiempo, se comió toda la
pizza. Vamos a ver cómo se explica eso. Cuando se va del grupo, no sabe
lo que dijo, porque yo dije lo que el otro entendió, si te digo algo a
vos y yo no espero la vuelta de eso, yo no sé lo que te dije. Yo dije lo
que vos entendiste, no lo que yo quise decir. La persona esa, se fue,
no habló, porque no sabe lo que dijo, porque lo que dijo es lo que los
otros entendieron. Si no hay feedback, no sé lo que dije. No se para qué
lado se tomó lo que dije. Si sólo habla y no escucha, no habló. El otro
extremo es que se quedó callado. Ese no habló en forma real. Uno se va
como vaciado. Largó, largó, largó, entregó todo eso, se va sin saber lo
que los otros pensaron de eso. Suponete que son cosas de él, no sabe
para qué las dejó, se va vaciado. El que trajo el cuerpo y no habló, no
vino. Vino el que habla. Es el tema del diálogo, eso va estar mal
distribuido, en general. Hay familias donde todos son callados, otras,
que son de hablar mucho. Mi padre hablaba todo el tiempo. Tengo
principal fastidio cuando alguien habla mucho tiempo. Es una resonancia
mía. Como él hablaba mucho, me acostumbré a observar. Yo soy psicólogo
social porque mi viejo hablaba todo el tiempo. A él le debo, toda mi
deducción psicológica, mi capacidad de observación. Hice lo contrario a
lo que fue mi papá. Cuando él murió, empecé a hablar. Murió hace poco...
Cada
uno de ustedes, seguro que las cosas buenas que tienen, son porque es
lo opuesto a lo que sufrieron. Esto es la dialéctica. El que habla
mucho, se vacía. El que queda callado, no está. ¿Qué pasa con la porción
de pizza?. Cuando diez personas están trabajando y se hace de noche,
dicen: "Andá a comprar pizza". La cortan en tantas porciones como
comensales hay. Viene uno y se come cuatro porciones, la de él y tres
más. Tres se quedan sin comer. ¿Eso sería admisible?. "Che, flaco, pará
un cachito, todos tenemos que comer". Suponete que hay hambre... En los
grupos, alguien se come tres porciones o más y no pasa nada. Es porque
hay sujetos que no aprendieron a escuchar o a hablar. El grupo es la
profilaxis del diálogo. La primera regla del grupo es compartir el
escuchar, con el hablar. Parece muy tonto, es una cosa escolar, sin
embargo, no se cumple.
Hay un curso en Inglaterra que se da en la
Tabistol Clinic que es el aprendizaje de esto, nada más. Pueden tomar un
tema intrascendente pero se considera cómo distribuyen la circulación
de la comunicación. Cuando parece que el señor 1 se comió todas las
porciones. El señor 2,3 y 4, no pudieron hablar porque este se comió el
tiempo. No vinieron. El señor 1, quedó sin saber lo que dijo. Si no
escucho lo que dije, no se lo que dije. Si yo, se me ocurre en este
momento, invento una frase y se la digo a cada uno por separado. Después
le pregunto a cada uno qué dije, resulta que dije distintas cosas. Yo
me cuidé de decir la misma frase, con el mismo gesto, en el mismo
momento, con el mismo tono a cada uno. Me van a decir: "Lo que me
quisiste decir es: porqué yo no te aceptaba". Otro dice. "No, lo que
quisiste decir es: que estabas seguro que te aceptaba". Otra persona me
va a decir: "¿Porqué me dijiste eso?". Se corrió, no tomó eso y dice
otra cosa. Uno me repite lo que dije, no lo modifica. Cada uno entiende
una cosa distinta. Yo no sé lo que dije, si no recibo el feedback. En el
amor, alguien dice. "Te quiero". ¿Qué es lo que yo necesito?. "¿Vos, me
querés?". A veces, eso no se cumple, "te quiero pero sos un objeto
mío". No importa si me querés o no. Yo te poseo. La pregunta en la
relación amorosa es "quiero saber si me querés, como yo te quiero". Para
saber eso tiene que haber un diálogo. De lo contrario hay posesión de
objeto. En el odio, es mucho más fácil... "te odio, me importa un carajo
qué pensás de mí". La relación de odio niega al otro. Si te quiero
necesito saber qué pensás de eso. Es un juego dialógico. La relación
grupal para aprendizaje de eso, tiene que ser dialéctico y de aceptación
del otro, que es amor. Es, me gusta como sos, porque te vi, te
registro. En el odio no me importa quién sos. Incluso es muy proyectivo.
"Ese parece judío, negro, a estos no me los banco, se cree una
princesa, está como una reina, quién te creés que sos". Resulta que la
pobre está con gripe y se levantó de la cama, heroicamente, para venir.
Entonces cuando yo no recibo, puedo perder como en la guerra. Cuento una
anécdota, estaba dando un curso en el Sur, en un lugar difícil y había
un alumno, que me estaba mirando raro. Estaba cerca y me empezó a
molestar. Modificaba lo que yo decía, justo eran temas como drogadicción
y sexualidad. Yo pensaba: "Esto está cayendo para la mierda y este
justo ha hecho una transferencia jodida conmigo". Cuándo termino, me
acerco a él y le pregunto, "¿te molestó mucho lo que dije?". Me dijo:
"No puedo hablar mucho, me sacaron una muela hoy". Yo estaba trabajando
proyectivamente. Otra de las ventajas del feedback, es controlar las
transferencias proyectivas. Si uno lo hace, el otro por ahí te dice: "No
me gusta, tengo un hijo homosexual y lo que dijiste de los
homosexuales...". Vos ahí, le podés decir: "Uy, disculpá". Te puede
decir: "Odio a mi hijo homosexual". Le podés preguntar en confianza:
"¿De dónde lo sacás eso?". "Mi padre era homosexual". En una de esas lo
ayudás, pero porque le preguntaste. Si dos enemigos pueden hablar, es
probable que dejen de serlo. Porque la enemistad es de proyección.
Incluso las mejores relaciones empiezan con una pelea. Se reputearon, se
dijeron todo lo que habían fantaseado como proyección. Empiezan con
"Ah, no, yo pensaba... pero no, yo pensaba". Ahí se paró la proyección.
Esto gracias a que cada uno en un grupo se come su porción de pizza. Es
una disciplina de respeto, de escucha. El coordinador les va decir, a
veces, "no te comás la porción de pizza del otro". Esto parece tonto,
sin embargo, ¡ con esto se resuelve un problema bastante grave, que es
el componente psicopático en un grupo. Porque el que quiere modificar
las reglas empieza a hablar mucho. Cuando alguien habla mucho y empieza a
manejar se transforma en el coordinador.
Cuando coordinen un
grupo y no cuiden esto, es muy probable que le saquen la coordinación.
Alguien habla y habla... y resulta que empieza a organizar, deforma el
contenido o sea, la tarea. La porción de pizza, permite la tarea.
Ahora, vamos a ver el tema del arbolito. Hay algo que es el tema
central, hay otros colaterales con relación al contexto, etc. Si el
grupo o un componente del grupo, toma el tema de la esquizofrenia, sigue
con que los políticos dicen mensajes esquizofrenizantes. Luego pasa a
decir que Chacho Álvarez, es un tipo que ha traicionado su línea y
justamente con el robo del Senado, dijo que había ñoquis. Los ñoquis son
el 29, que justo cumple años mi tía... que es una hija de puta...". Se
fue por las ramas. El arbolito quiere decir: Conserven el tema. Hay
ramas que son finitas y te podés caer. No te vayas por las ramas, quiere
decir, que hay gente que tiene pensamiento arborescente. Empieza
hablando de un tema y termina en cualquier lugar. "Lo de Menem... viste,
él es de La Rioja, allá hay una sequedad bárbara, es terrible. Vos
sabés que la Difunta Correa, murió de sed. Eso tiene que ver con
Rodrigo...". Si eso es incurable, no puede seguir. Entonces, es respetar
cada uno su porción de pizza, que es la aceptación del otro, es
educación, es amor. Si no dejás que hable al otro, lo matás. Vas a ver
un grupo de muchachos en un bar, hablando de fútbol, hay cinco, cada uno
está hablando para un lado distinto. Nadie escucha a nadie, estuvieron
juntos los cinco sin ningún sentido. Si yo digo esto, el otro aquello,
otro agrega lo de más allá, al final el partido de Boca e Independiente,
no se entiende. Tengo una foto. Cada uno habla para un lado diferente.
Ahí hay una frustración. Cuando se van, nadie entendió más de fútbol que
antes. Son personas solas. Hay familias que hacen esto. Cada uno habla
por su lado y eso es muy frustrante. No te vayas por las ramas. Esto no
es absoluto. A veces se hace una deducción, se va pero después vuelve y
lo relaciona con lo otro. Supongamos que se dio el tema esquizofrenia:
"Tuve un tío, que hizo un brote, ese tío fue padrino mío, una vez me
dijo algo que a mí, me hace recordar del teórico". Se puede ir por las
ramas, siempre que vuelva. A veces hay ramas jodidas. Ramas que producen
kilombo. El grupo operativo tiene al coordinador con un rol
diferenciado. Él no tiene casi que hablar. Su función es dirigir el
partido, es un referí, permite que se jueguen las reglas. No interviene,
no puede dar información, ni dar otra clase, es como dar más comida y
no permitir que el grupo mastique. El grupo operativo es para masticar
el conocimiento y metabolizarlo. En las escuelas te lo hacen tragar
entero y vomitar entero. Tenés que repetir la clase del profesor. Si hay
una parte que no les gusta, está bien, es legal. Hay temas que no se
metabolizan, porque no les interesa. Alguien puede decir: "Yo nunca voy a
trabajar en los Hospicios". No es obligación que todo sea aceptado.
Agarren lo que más les interesa para su proyecto personal. El grupo
mastica, destroza el conocimiento, lo critican, lo despedazan, agarran
un pedazo, otro si, otro no, uno vio una parte, el otro, otra. Pichón
decía que cuando un grupo es operativo y escuchó la clase, aunque hayan
estado distraídos pueden reconstruir la clase exactamente. Supongamos
que es una clase sobre un episodio donde uno va por una calle desierta y
es atacado por asaltantes. Después viene la policía, vuelve a su casa,
le cuenta a la mujer.
A uno de los componentes, le interesó el
tema de ir por una noche oscura. Otro compañero, toma el tema que era
una noche de invierno, que llovía, no sabía adónde iba. Otro, rescata la
parte cuando le contó a la mujer y ella se largó a llorar. A alguno le
va a llegar, lo del ladrón, después cuenta que estuvo en la
delincuencia. Se identificó. A otro, le pegó que se había lastimado y
después tuvo que ir al hospital. Si juntamos lo que le pegó a cada uno
se reconstruye el teórico. Pichón dice que cada uno guarda una pieza de
eso que se dijo, lo que más le impactó. El grupo operativo destroza el
teórico pero lo vuelve a armar elaborado, desde el aquí y ahora de la
situación. Yo, doy los Cuatro Pasos en Neuquén, después lo doy en
Colombia, luego en Ecuador, ahora los voy a dar en España. Resulta que
lo que vuelve siempre es diferente. Fue elaborado en otro aquí y
entonces. El aquí y ahora de Colombia, es distinto al de otro país.
Ellos vieron más lo de contención por los balazos. A lo mejor, en
Brasil, que están en un momento de salida ahora, están contentos con la
economía, lo que más les interesó es el proyecto.
Daba una clase
en San Nicolás, habían cerrado las siderurgias, ¿cuál era el tema que
más les pegaba?. La desocupación. La mitad de San Nicolás había quedado
sin trabajo porque trabajaban en esa planta. Todo estaba teñido de eso,
si se hablaba de los chicos de la calle, era por la mano de obra
desocupada. Si voy a Bariloche, allí el problema no es la desocupación.
Bariloche es como Mar del Plata, son ciudades turísticas. Tienen dos
tipos de población: Una que vive allí y que se conocen entre sí. Otros
son los turistas, que son amados y odiados, amados porque traen la
plata, odiados porque invaden. Hay dos Mar del Plata, la del invierno y
la del verano. Todo está teñido por el ciclo estacional. El grupo trajo
distintos emergentes con la misma clase. Fíjense que el grupo tiene una
aquí y ahora importante. El grupo, cuando no respeta lo del arbolito, se
va por las ramas. Tienen un aparato confuso que es la clase teórica.
Luego tiene que hacer una síntesis. Si no, el grupo no trabajó. Tienen
que ver cómo pasa la esquizofrenia, cómo pasa el tema de la niñez
abandonada, en ese momento. Pasó algo en el país, por ejemplo, suponete
que se hable del erotismo de los adolescentes de clase popular. Tiene
que aparecer Rodrigo. Era el potro de las niñas púberes, recién
incorporadas a la genitalidad y la frustración de este mito, que de
potro, pobrecito, no tenía nada. Era un nene de mamá, si uno estudia las
fotos, son caritas para la mamá. Esa ferocidad, son caritas histéricas
para la mamá. No tenía una mirada de macho, porque sino, hubiera
asustado a las nenas, que no tienen configurada su genitalidad. Les da
miedo el varón. Yo hablé de la pubertad, en el grupo se hubiera hablado
de Rodrigo. Si hubiera dado antes esa clase, aparecía otra cosa. Hay un
ahora, que es en qué momento de la historicidad del país estamos. La
realidad tiñe lo que uno dice. Con el embrollo de la clase teórica, al
final, el grupo tiene que construir algo nuevo. De todo el lío, sale
algo que pasa por Rodrigo, por la desocupación, por la invasión de los
turistas, etcétera. La misma clase en otro lugar, da lugar a otra cosa.
Son distintas elaboraciones. Si no se hace ese trabajo, el grupo siente
frustración. Fue estéril juntarse. No hay mejor grupo que cuando hay un
gran kilombo en la Escuela porque se organiza algo y la gente dice: "Nos
vamos contentos porque ahora entendemos lo que pasó". Cada uno necesita
largar la ansiedad que le produjo escuchar la clase. Se trabaja, se
llega a una conclusión. El grupo se va contento con esto porque fue
fecundo.
Otro problema que puede haber en el grupo, es que se
corra a terapéutico, porque se desplazan de la clase teórica y empieza a
haber muchas proyecciones. Aparece el que quiere copar el grupo, se
proyectan rivalidades entre hermanos, hay uno que tiene el mote de
saboteador, el otro es el chivo emisario. El grupo no necesita ninguna
clase de teóricos. Trabaja su patología. "Al final, a mí me insultan, no
se para qué vengo, dije tal cosa y me lastimaron". Es decir que es muy
peligroso que un grupo pedagógico, se corra para el lado de grupo
terapéutico. Quedan cosas profundas que se han dicho sin resolver. Se
sacaron las tripas inútilmente. No tiene destino de elaboración porque
no es grupo terapéutico. Alguien dice: "Vos, me hacés acordar a mi
hermana, sos un hijo de puta", "más hijo de puta serás vos". Se armó un
quilombo porque se corrió a material interno. El material tiene que ser
emotivo y de recuerdos, que están incluidos en la técnica, pero no
personales. Lo vertical, lo de adentro de la persona, tiene que ser un
pedacito, para entender lo horizontal, que es el diálogo. Si nos vamos
muy adentro y sacamos algo muy profundo, eso no va a tener destino de
elaboración. No está armado así, porque el coordinador no es un
terapeuta. Si es un grupo terapéutico cuando la otra dice: "Me hacés
acordar a mi hermano". El terapeuta agarra eso y lo amplifica, le pide a
esa persona que diga lo que le decía el hermano, le pide que lo agarre
del cuello, como se lo hacía el hermano. Se hace una masacre... se puede
hacer con Psicodrama. Sirve porque ella se da cuenta que era el hermano
y no el marido. Ahí se da cuenta que a la noche no podía dormir porque
creía que el marido la iba estrangular. Era el hermano el que la quería
estrangular. Estoy inventando un caso. Supongamos que ella había venido a
la terapia por una fobia, un insomnio, pero debajo había una cosa así.
El tema del compromiso, es muy importante.
El que no habla en el
grupo, tiene un problema grave, se empieza a suponer porqué no habla,
"es cana, es botón", ¿se dan cuenta?. Es muy peligroso el silencio. El
que habla mucho, se exhibe, se desnuda. No es una revisión médica, no
hay un médico que le tiene que ver la úlcera. Hay que respetar la
porción de pizza, para una profilaxis de hablar y escuchar. Es la
dialéctica que lleva a la salud mental. No irse por las ramas, hay ramas
que zafan de la tarea y trae más confusión.
Hay una sombra sobre
todo grupo. Es una institución bastante peligrosa y en extinción: la
familia. Por el momento, a pesar de ser peligrosa, es lo único que nos
salva. Es algo que jode y contiene. No se inventó otra cosa mejor. La
familia es difícil, aprisiona, restringe, pero te sostiene. Actualmente
está desgraciadamente en vías de extinción. La familia es tan
chiquita... mamá, papá, un nene, encerrados en el departamento, en una
cueva en las alturas, acompañados por el tío electrónico, el televisor.
Es el que habla siempre. El televisor nos prepara para ser sordomudos,
para entrar en la pasividad, no te da autonomía. La familia come mirando
a Tinelli, siempre con las mismas payasadas, no hay mucha variedad. No
podés decirle a alguien del televisor: "Vos no me gustás".
La
gente que trabaja en escuelas secundarias, dice que los chicos están
completamente pasivizados. No se les entiende nada. "¿Qué te gusta?.
Cualquier cosa". Están así de chiquitos por estar frente al televisor.
Una vez quise comprobar eso, Neustadt estaba hablando, lo mandé a la
reputa madre que lo parió y seguía hablando como si nada. Nunca me
escuchó, se come toda la pizza. A mí me puede interesar un tema pero
quedo ignorado.
Les conté el caso del chico psicótico que creía
que Moria Casán lo miraba desde el televisor. Es interesante, él quiso
en la desesperación de existir, ser visto por Moria. Suponete que entrás
a tu casa, hay tres televisores o cuatro y esa es toda la familia que
tenés. Cómo desearías ser mirado. Le hablan a millones de personas todas
juntas. La gente está tan loca que cree que Susana les habla. Hacen que
uno o dos hablen al programa, después dicen que la televisión es
interactiva. Sólo dos hablaron. Vamos a hacer la experiencia que un
alumno, un extra, hable todo el tiempo, para que perciban que no existen
más, que hace inexistente a todo el grupo. La sombra de la familia que
tuvimos, cae sobre todo el grupo. Nosotros cuando nos incorporamos a un
grupo, vamos a tomar la posición que tomamos en la familia. Por ejemplo,
cuando la experiencia inicial, la matriz de socialización, fue de ser
excluidos, "andá atrás", "andá para el fondo", van a ver que ese, se
sienta más lejos. Otro fue el que siempre que estaba en el centro,
espera que todos lo agasajen. Va a ver otro participante que era el que
siempre tenía que defenderse a las piñas, ese pelea. Otro, actúa por la
ausencia, falta, ese día que no viene dice: "Están hablando de mí". Todo
el grupo entra en eso, es el ausente, él los llama por teléfono y les
dice: "Yo pensaba en ustedes". Trabaja de ausente. Otro es el pobrecito,
quiere que el grupo lo quiera, "a mí me han dejado para lo último", es
el depresivo. Hay alguien que se hace cargo y reinterpreta a los demás:
"Vos dijiste eso, pero me parece que quisiste decir otra cosa". Aparecen
todos los roles. El chivo emisario es el que dice: "Yo sé que me van a
excluir de este grupo" y empieza a hacer algo para que lo rajen. Son
roles que tuvimos en la matriz inicial de la familia. Cae esa sombra
sobre el grupo, si son diez los componentes son diez sombras. Que el
grupo se integre, lleva tiempo, hasta que cada uno consiga un rol
funcional. Uno de los componentes puede ser el más organizado, toma
nota, cuida el orden. Otro habla de las pérdidas del pasado, es el más
depresivo, "éste muchacho no viene más". Está el que divierte al grupo,
el histérico. Siempre cuenta chistes. Lo cual no es malo que cada uno se
singularice en ese grupo. Nosotros existimos cuando somos singulares.
La identidad, tiene que ver con ser alguien recortado, distinto a los
demás. Un grupo está bien, cuando respetan eso y cada uno aparece. Hay
uno cuadrado, otro es triangular, un poco achatado, uno está medio
desconfigurado, le falta una parte. Hay otro que es redondito, pero
lleno, que interactúa con este. Hay uno que lo llaman lombriz. Acá hay
otro cuadrado, pero con doble línea, acá hay un rectángulo. Acá puede
ser un confuso, no se entiende nada, el grupo había comprendido, él
habló y se perdió todo. Es útil, porque pone a prueba el grupo, cuando
dice algo que no tiene nada que ver, la conclusión que tenían, se cae.
Yo fundaba Instituciones como el Bancadero, en los primeros tiempos,
necesitaba a alguien que venga a destruir. Es como estar haciendo una
torre, conviene contratar a alguien que la sacuda, para ver si está
firme. Hay otro que viene a joder, a pinchar. Después aprende para que
sea funcional. Acá hay uno cuadrado, este llegó de España: "Acá, no está
clara la cosa". Acá hay uno que anda con kilombos de pareja siempre. El
de acá es blandito: "Bueno, si". Mientras no exagere, está bien. Es
como ese gordo, que no discutía nunca. Alguien le pregunta: "¿Porqué sos
tan gordo?". "Porque no discuto nunca". "¡Cómo puede ser que seas gordo
por eso!". "Bueno ... está bien". A este le falta una parte. Este viene
con un problema no resuelto. Este, la tiene clara. Este es el reptil
del grupo, es insidioso. Dice algo que rebota en el grupo. Este se
encerró adentro, no dice lo que piensa. Siempre adentro. Acá hay uno que
es tortuga, cerca de la reelaboración, se abre.
Lo hace porque lo
amenazan que si no se abre, no aprueba. Saca la cabeza, dice algo que
es un triunfo. Después eso lo supera, pero prefiere estar adentro. no es
que tiene que cambiar para ser otro, sólo se tiene que completar un
poquito. Este se va a hacer amigo de del gallego. En los grupos, se
forman complementariedades. Uno aprende a abrirse, otro a cerrarse un
poco. ¿Para qué sirve un grupo?. Para que cada uno vea la realidad desde
el otro también. Uno lo ve desde el encuadre, "Alfredo se pasó 10
minutos". Otro dice: "me gusta lo que no dijo", se concentra en lo que
falta. Otro, el triangulero: "Conozco a la mujer de Alfredo", busca la
cosa triangular. O busca a otro. Este dice: "Me pareció una mierda la
clase". Está bien. Por ahí, es cierto. Cuando hubo una clase mala, es el
que abre. Acá hay uno que cuestiona todo, a lo último dice: "Yo no sé a
qué conclusión llegamos, esto es muy confuso". Y a lo mejor, hace que
el grupo vuelva otra vez a trabajar". Este es el víbora, es el le dice a
otro, alguna cosa de algún miembro del grupo. Usa a uno para hacer
algo. En el grupo aparece todo. Lo que aparece en la clase teórica,
tienen que verla de todos estos puntos de vista. Dice Pichón: "El grupo
es como un rompecabezas, donde cada uno pone una pieza". En un momento
dado, hay otro que pone la última pieza y aparece la figura. Aparece, el
Pato Donald o Frankestein. El grupo es un ballet de muchos mates que
piensan juntos. Ven algo que no ve una sola persona. Es mucho más
poderoso que una sola persona, aunque sea inteligentísima, va a tener la
restricción de ver de un sólo punto de vista. Otra metáfora: Una
estatua complicada. Una persona la ve bárbara. Es muy buen observador.
Por ahí, no ve algo, que de atrás se puede ver. El grupo es una figura
que reconstruye la estatura entera. Supongamos que en la parte de atrás,
la estatua tenía algo esencial, que explicaba el monumento. De costado
había algo en el caballo, que no se podía ver de frente. ¿Cómo van sus
grupos?. ¿Se reconocen en estas cosas?.
Si quiero a los otros,
quiero saber quiénes son. Por lo tanto tengo que escucharlos. El que
habla y no escucha, es el vanidoso, tirano, el dictador. Es un boludo
porque queda solo. No sirve. Él se jode. Lo más importante es escuchar,
te escucho y sé quién sos. Vos estás en un kilombo y yo como estoy
afuera tuyo, te puedo decir algo. Yo te lo digo, vos te podés dar
cuenta. Viste lo que no veías. Hay un momento de hablar y otro de
escuchar. Hay porción de pizza de escuchar, porque si cuando los demás
hablan, vos te ponés a leer, no sirve. Es una disciplina de respeto y
amor. Es la pizza del amor. El árbol es conservarse en el tema. Cuando
el tema es angustiante alguien se las toma. Hay allí una dificultad.
¿Vieron que cuando hay que ponerse a trabajar,¡ se ponen a hablar de
cualquier pelotudez?. Tienen que entregar el trabajo y no lo hicieron.
Humanamente, hay que tener la restricción de decir: "Nos conservamos en
eso". Hay un placer en transgredir. ¿Cuál es el juego?. Todo lo que no
tenemos obligación de hacer. Si nos obligan a hacer algo que nos gusta
hacer, se llama trabajo. El placer está en hacer algo que no nos
obligan. Por eso, es difícil mantenerse acá. El coordinador les dice.
"Muchachos, volvamos". Con esto tienen armas para no irse por las ramas.
Con la finalidad de hacer un proceso grupal agradable. Hay roles
asignados, el excluido, el dominador, el confrontador, el que pelea con
el coordinador. Puede cuestionarlo desde su porción de pizza. No puede
comerse toda la pizza para coordinar él. A menos que coordine bien y se
lo contrate. En general, tiene que aprender a coordinar.
En la
Escuela hay un encuadre, yo como profesor, no hago que todos hablen pero
estoy atento a ustedes. Les pregunto algo. Me preocupo por ustedes. Lo
de los grupos está claro. Alumna: Me quedó una duda: ¿Cuáles son las
emociones básicas?.
Alfredo: Son las ansiedades básicas, de
pérdida y de ataque. De pérdida es la tristeza, el dolor, la depresión.
Ansiedad de ataque es el miedo a ser atacado. Lo tenemos en común con
los animales. Pueden estar deprimidos muscularmente o preparados para
huir o atacar. No hay histerias ni neurosis obsesivas entre los
animales. Estas son las dos ansiedades básicas que aparecen en los
grupos. El grupo al principio tiene ansiedades paranoides. Después
cuando se encariñan hay ansiedad de pérdida. En la vida es así, al
principio te da miedo, después te gusta. Terminamos acá. Feliz proceso
grupal